"Uno de tantos sueños"

Un día soñé que sería una gran maestra. Una de esas maestras a las que sus alumnos recuerdan por siempre...
De hecho a día de hoy sigo soñando con eso.
Yo misma tuve una de esas maestras, fue mi profe de infantil de 4 años. Ella se llama Rocío, era ese tipo de personas que con una simple mirada te demostraba todo su cariño, su ternura y su amor hacia los niños.
A mi me tenía especial cariño, y yo eso, por muy pequeña que fuera lo notaba.
En el cole yo era su preferida, la mimada de la profe. Ese tipo de cosas a los niños no les gustan ya que piensan que vas a ser una enchufada o una pelota pero yo no recuerdo que ningún compañero mio me dijera algo así.
Las profesoras de infantil son las que empiezan a labrar tu camino, las que te enseñan a escribir tu nombre en mayúsculas, después pasas a tus apellidos, a la fecha larga, los números, las formas geométricas...todas esas cosas que nos acompañan después durante toda la vida. Todo eso me enseñó Rocío, y más, mucho más.
Recuerdo un día que llamó a mi madre por teléfono y le dijo:
-Susana, ¿te has dado cuenta de que Marina sabe leer perfectamente?¿Tú la has enseñado?
Y mi madre le respondió que no, que ella no había sido, pero que si que se había dado cuenta de que podía reconocer perfectamente las diferentes propagandas y anuncios que veía por ahí y que, era el mejor contestador automático que había en el barrio. (Si, yo de pequeña era capaz de coger el teléfono de casa si llamaban y más tarde darle el mensaje exactamente sin olvidar nada, además de saber poner el radiocassette cuando aún no sabía ni caminar jajajaja)
Bueno, a lo que iba, como todos los años, cuando acabó el curso escolar llegaba mi cumpleaños, ese año cumplía 5 añitos y, Rocío también vino. Me regaló un cuentro CHULISIMO, era el cuento de  pocahontas pero personalizado, es decir, en la historia aparecia yo como protagonista y 4 o 5 de mis compañeros de cole, mis mejores amigos, recuerdo que algunos eran Juan Carlos, Ángela Marta, Raquel, Dani, y no se si alguno más. El libro me hizo muchísima ilusión... ¿Como no le va a gustar a una niña de 5 años ser protagonista de la historia de Pocahontas junto a sus mejores amigos?
Aparte de todo esto, una vez acabado el curso y con Rocío de vuelta a su tierrra (que no recuerdo muy bien de donde era) cada vez que llegaban las Navidades me enviaba una postal, contándome donde estaba, que tal eran los nuevos niños que tenía en su clase, todo lo que estaba haciendo y que tenía muchas ganas de verme, me mandaba besos para mamá, papá, Susi, Patri...para todos...
Cada año en navidades esperaba ansiosa su postal, y de hecho aún las guardo todas como uno de los recuerdos más preciados de mi infancia...
Una maestra así quiero ser yo, de las que coja tanto cariño con los niños que acabe mandándoles postales cada navidad para desearles lo mejor, para decirles que ojalá papá noel y los reyes magos les traigan muchos regalos, pero sobretodo para que me recuerden.
Una maestra como fue Rocío para mi, ese es uno de mis tantos sueños.

Marina.